EL COOPERATIVISMO A NIVEL GLOBAL
Por el profesor Evaristo M. Toledo
El cooperativismo ha sido una de las actividades más importantes y necesarias en nuestra sociedad. Desde tiempos prehistóricos, cuando los hombres tenían que organizarse en grupos para poder cazar las presa grandes. Para sobrevivir la humanidad ha tenido que recurrir a la cooperación mutua para realizar tareas que no podrían realizar individualmente. Si echamos un vistazo a la historia del ser humano, la humanidad siempre ha sido una sociedad unida por el instinto natural a la supervivencia, la preservación y la superación. La historia nos narra cómo los babilonios se organizaban para ordenar el cultivo de la tierra y así garantizar que lo producido estuviese acorde a las necesidades de la comunidad.
Los romanos fueron los pioneros en desarrollar sociedades de ayuda mutua para proveer asistencia en caso de muerte o incapacidad. Los ingleses y los franceses fueron apóstoles de las nuevas corrientes sociales de vanguardia que trajeron a Norte América al emigrar a nuevas tierra. Lo que si podemos estipular es que el cooperativismo nació en medio de la revolución industrial europea (1750-1850) como alternativa económica y social parte de la clase trabajadora.
El inglés Robert Owens (1771-1858), es considerado por los estudiosos del cooperativismo como el padre del movimiento cooperativista moderno. Owen era un adinerado propietario de molinos de textiles con ideas socialistas que creía en la educación y la coparticipación de los trabajadores en el desarrollo del mundo empresarial. Bajo su tutela se organizó la primera tienda cooperativa en New Lanark Scotland. Owens fue un empresario y aunque parezca contradictorio fue un socialista utópico que en su fábrica de textiles en Lanark en Nueva Escocia, trató de demostrar que si se distribuían las ganancias de la empresa con los trabajadores se lograba armonizar las relaciones entre patronos y empleados y por ende aumentar la producción mediante la colaboración mutua.